Ya sea por accidente o por niños en casa, las manchas de rotulador, sin importar el lugar en donde se encuentren, pueden volverse una completa pesadilla. Sobre todo, cuando se trata de tinta permanente.
A pesar de lo difícil que pueda volverse el panorama, especialmente cuando esas manchas estén presentes en la ropa, siempre habrá una solución. Aunque puede tomar un poco de tiempo y constancia y aquí te explicaremos que hacer.
Adiós al rotulador en la ropa
Si la mancha ha sido con un rotulador permanente, el primer paso es hacer una prueba. Para ello, vamos a tomar alguna esquina de la prenda que no sea visible (por ejemplo la costura interior o el borde de un bolsillo) y aplicar alcohol. De esta manera, vamos a determinar si se decolora o no, aunque en la mayoría de los casos, no ocurre.
Ahora, en un recipiente o tazón, añade una buena cantidad de alcohol y sumerge la zona afectada por la mancha. Después debes poner papel de cocina o toallitas de bebé y apoyarlas encima de la mancha.
Después de que haya reposado algunos minutos, frota sobre la mancha con ayuda de un cepillo de dientes suave. Verás como poco a poco va dejando restos de color. Esto quiere decir que la mancha se está disolviendo.
Otra opción mancha que tienes, es llenar cierta cantidad de leche en un recipiente. Sumerge la zona que está da y déjala allí entre ocho y diez horas como mínimo.
Después de este tiempo, la mancha debería haber disminuido con gran intensidad. Si por el contrario ves que aun se nota mucho, debes aplicar el procedimiento anterior, frotar con un cepillo suave y alcohol.
Después, llévala a un recipiente con agua oxigenada y un poco de alcohol, por lo menos durante una hora y vuelve a intentar con el cepillo, frotando suavemente. Si aun no estás del todo satisfecho, aplica un poco de jabón líquido para vajillas y llévala a un ciclo normal de la lavadora.
Si al finalizar, aun puedes ver algo de color, vuelve a llevar a remojo en leche al menos unas cuatro o cinco horas y de nuevo a la lavadora, verás la magia.
Como recomendación final, la mejor forma de prevenir los accidentes es minimizar los riesgos. En el caso de los rotuladores, es mejor cambiar los permanentes por los lavables. De ese modo, te aseguramos que vas a ahorrarte muchos dolores de cabeza.